Estas embarcaciones, propulsadas con remos o zaguales se utilizaban para pescar y transportar pasajeros o mercancías.
Se tensaban grandes trozos de corteza de abedul sobre una armadura de madera. El conjunto se unía con raíces o tripas de animales. Para que la canoa fuera impermeable, la recubrían con una capa de resina de pipo. Sobre una estructura fabricada con madera procedente de las costas, los inuit tensaban pieles de foca. Las cosían con nervios de caribúes. El cazador se deslizaba en el kayak, vestido con un anorak de intestino de foca.
Canoas y kayaks
Julia Alonso Martín
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